domingo, junio 14

Sweet Madness III

Entonces le preguntó:
-¿Dónde han quedado todos tus sueños?
+ Los cambié todos por un trabajo estable.
- ¿ Y crees que ha merecido la pena?
+ No hay día que no prefiera cambiar toda mi rutina por un sólo segundo de los que disfrutaba antes.
Esos que hacían que me quedara quito y callado mirando la carretera pensando en cómo se vería la vida encima de esa Harley.
- Si no te he entendido mal, dices que lo que deseas es volver a quedarte soñando en vez de vivirlo..?
+ Un sueño muere cuando dejas de ilusionarte por él o se hace real, yo prefiero mecerme entre ellos. Tocarlos todos, olerlos todos, sentirlos todos.

No era Argentina, no era París, no era esa moto. 
Allí me encontré con ella, un día cualquiera. Ella, radiante como el mismo día.
Había pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos pero su mirada era completamente igual.
+ ¿Qué es eso?
- Los hilos más bonitos que han salido de mis manos.

Le di un beso en la frente, y le señalé la última página que había escrita que ponía:

"Para cada vez que quieras perderte" Seguida de varias hojas en blanco.

Dulce locura.


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