jueves, agosto 4

Sweet madness II

Hace tiempo que no recibo sus mensajes, hace tiempo que no recibo una sola llamada suya aunque sea para decirme qué ha hecho ese día, qué tal se encuentra, una llamada para quedarme callado sin saber que decirla sabiendo que lo único que deseas soltar por tu boca es que quieres estar con ella en ese mismo momento. No recibo palabras de afecto, un "te echo de menos", un "te quiero", un "¿Por qué no estás aquí cerca? o un, "si huyes al menos que sea hacia aquí, te estaré esperando". Ya es la tercera vez que todo se deshace de la noche a la mañana sin entender exactamente por qué, sabiendo que hay personas que les agradaría y les daría un placer intenso ver que las cosas no me marchan bien.
Me quedé hasta las tantas de la madrugada viendo una serie, matando el tiempo esperando a que ella se conectase, para saber simplemente cómo le había ido el día ya que no había hablado con ella desde la noche anterior. Al final se conectó, y aunque no soy el más indicado para decirlo, Dios mio... no se que estaría haciendo pero había que sacarle las palabras con sacacorchos. Al final me rendí y como la mayoría de las noches me había quedado pensando en ella hasta conseguir dormirme.
A la mañana siguiente, o mejor dicho, esta mañana me había levantado tarde pero con sueño, con ganas de nada o sin ganas, como prefiráis, me puse a ver sus fotos de nuevo y me llevé la misma sensación de amargura que la primera vez, había alguien que parecía prestarle especial atención, esa atención que yo ahora echo de menos. Si le preguntara a ella ahora mismo con un 97% de probabilidades me diría que es un amigo pero... lo que daría por ser yo ese amigo y estar con ella en vez de escribiendo y lamentándome.
Hace poco se lo deje caer... pero me llevé una respuesta de la que seguramente ni estaba preparado ni me esperaba, ella me dijo que cómo era posible que me hubiese enamorado tanto si tampoco habíamos vivido tantas cosas y nos conocíamos desde hace muy poco... En esto lleva razón, las veces que nos hemos visto no se pueden contar con las dos manos pero aún así, los instantes que he deseado perderme con ella no se pueden contar, directamente. Pero esa frase quizás sirvió para darme cuenta de lo que ella sentía por mí, ella no está nada segura de sus actos, de esa frase a " Yo siempre estaba dispuesta a darlo todo en las relaciones, pero recibía poco a cambio y bueno... luego llegaste tú" no pasó ni un mes.
Y ninguna entrada es suficiente para demostrar que realmente quiero estar con ella, que la quiero, que si hemos vivido pocas cosas es motivo de más para pasar más tiempo con ella, y que sueño con besarla en mi rincón favorito de ese parque. Porque sí, porque es ella y si me ve borde o seco es por la impotencia de querer verla y no poder.

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