Estaba en una excursión, si mal no recuerdo, con mi profesor de religión. Nos llevó por Madrid, ciudad de los peces, y allí vi algo que me llamó la atención.
Nunca doy dinero a los mendigos, puesto que si diera un céntimo a cada uno yo sería uno más. Puede parecer cruel, pero me educaron bajo el lema de "Si quieres acabar con el hambre, no les des comida, enséñales a sembrar".
Pero allí había una persona especial. Se trataba de una persona que entregaba poemas escritos por él. La curiosidad me mataba más que las ganas de escribir y busque en mi bolsillo. Le di 50 céntimos a cambio de uno de sus poemas. Y aquí lo tenéis:
EL SUEÑO
Yo soñé que soñaba
Dentro de un sueño otro sueño
Dentro del sueño tú estabas
Estabas en este sueño tan bella, tan lozana
¡Tu cara, tu pelo, tu sonrisa!
Tus ojos de misterio que me atraen una locura
¡Cuando sueño contigo
me llena de orgullo la vida!
Porque eres tú niña y mujer
Esa mujer de verdad
Que robas mis pensamientos
En mis horas de soledad
Los días van pasando
Yo, me sigo enamorando
Mucho más que el primer día
Sí mucho más niña mía
Esperando que llegue el día
Que te sienta sólo mía
¡De este sueño!
Yo, no quiero despertar… ¡100 años de la Gran Vía!
No hay comentarios:
Publicar un comentario