Stop.

Ya era hora de detenerse unos segundos y reflexionar sobre cómo va tu vida, o la vida en general. En estos años ha dado tiempo a dejar oportunidades atrás, a amar de nuevo, perder amistades, perder otros asuntos que ya no se pueden recuperar, perder seres queridos, madurar, comprender, y sobretodo... crearte nuevas cuestiones.
Porque así somos nosotros, ser humano, el más sabio es el que más dudas se plantea. Quien parece tener todas las respuestas simplemente no supo escuchar en su momento, es un necio que se deja influenciar por la opinión de los demás y que nunca se ha parado a pensar.
Pero, ¿Quién soy yo para juzgar quien es el más inteligente?
Quizás aquellos que tienen problemas mentales tengan más conocimientos que aquellos que se auto definen como intelectuales o normales, pero claro, abundan más los normales, aunque cada día estoy más desacuerdo con ello.
Reflexionando he llegado a la inútil conclusión de que la vida es una sendero de dudas, donde cada vez que das un paso sabes menos, pues te interesas por más cosas.
Bendita infancia.